En Catalunya existen 29 especies de murciélagos, algunos en peligro de extinción por el aumento de pesticidas, la fauna invasora y la mano del hombre

La solución antiplaga

Sílvia Oller

Observadores de murciélagos el viernes en Santa Cristina d’Aro; en primer término, detector que registra los sonidos que emiten para orientarse Pere Duran / NORD MEDIA

Existen más de 1.300 especies en todo el planeta, de las cuales 29 se hallan en Catalunya. Son ligeros, los más pequeños miden con sus alas desplegadas unos 20 centímetros, pesan entre 3 y 5 gramos y cada noche pueden llegar a ingerir la mitad de su peso en insectos, hasta 3.000 en función de la especie. Viven de media unos 20 años y la mayoría tienen una única cría al año. Son algunas de las muchas curiosidades que descubrieron la treintena de personas, entre ellas varias familias con niños, que asistieron el viernes por la noche en Santa Cristina d’Aro a una jornada de observación de murciélagos, un animal que tiene un papel vital en el ecosistema ya que ayuda a la erradicación de plagas como la del barrenador del arroz, una mariposa que afecta la producción del Delta de l’Ebre. Sus beneficios se estiman en 21 euros por hectárea, equivalente a dejar de usar pesticidas. También algunas viñas del Priorat lo están incorporando en sus viñedos para controlar las plagas.

La jornada, conducida por la bióloga especialista en quirópteros Laura Torrent, de la entidad Natura Montfred, también sirvió para desmontar muchos mitos sobre
este mamífero volador, del que existe presencia en la Tierra desde hace como mínimo 52,5 millones de años gracias a un fósil descubierto en Estados Unidos. Erróneas creencias como que se agarran al pelo, que chupan la sangre, que
todos son de color negro, grisáceo
o marrón o que son de la familia de los roedores.

A media charla, uno de los asistentes pregunta por otro de los falsos mitos que persigue a este animal. ¿Son ciegos, verdad? La experta explica que tienen ojos que les permiten ver casi tan bien como los humanos cuando hay luz. Uno de los aspectos que más llama la atención del público es la forma que tienen de cazar, orientarse en el espacio o comunicarse, ya que lo hacen a través de ultrasonidos que emiten ellos mismos a través de su boca y/o nariz. “El eco que generan les permite saber dónde está cualquier objeto y también sus presas”, explica Torrent, que añade que es por eso que se dice de los murciélagos “son capaces de ver a través de sus orejas”. Si bien, la mayoría se alimentan de insectos, también los hay que comen peces o, como el nóctulo grande, el murciélago más grande de Europa, que en Catalunya sólo está presente en La Fageda d’en Jordà (Garrotxa), también aves.

Ante un auditorio que no pierde detalle de sus explicaciones, Torrent constata que algunas especies de murciélagos están en regresión por la pérdida de sus refugios, el uso indiscriminado de pesticidas o las especies invasoras. En Catalunya, en la década de los 90, se perdió el rastro de un murciélago cavernícola, seguramente por la creciente presencia humana en refugios subterráneos y en el parque sevillano de María Luisa la presencia del nóctulo grande se ha reducido un 90% desde el 2003 por culpa de la cotorra de Kramer, un ave invasora.

Ataviados con frontales y linternas, el grupo se adentra al caer la noche en una zona boscosa de Santa Cristina d’Aro próxima al río Ridaura. La guía Laura Torrent y otros aficionados a los quirópteros como Josep Vidal, del grupo naturalista Sterna, registran los ultrasonidos con unos detectores que, acoplados a móviles o tabletas, les permiten saber qué especie de murciélago tienen cerca y captar los sonidos que emiten, la mayoría inaudibles para el hombre.

¿A qué distancia capta el aparato?, cuestiona uno de los asistentes. El murciélago enano, que en las ciudades aparece merodeando las farolas en busca de alimento, se puede detectar a 30 metros, y el murciélago rabudo, identificable por su cola, a más de 100 metros, explica Torrent. Vinyet, una de las benjaminas del grupo, sostiene una tableta con unas gráficas. Laura le reta en sus conocimientos: a ver, ¿el que emite a una frecuencia de 39 kHz cuál es? Un murciélago de borde claro, afirma la niña.

En las dos horas de observación, los visitantes han detectado cuatro tipos distintos de murciélagos. La curiosidad por saber más sobre este pequeño mamífero no cesa. ¿Si vemos alguno cerca de casa, significa que hay una colonia próxima? “No necesariamente, algunos pueden desplazarse hasta 50 km cada noche para ir a cazar”, explica Torrent, que destaca la gran cantidad de lugares en los que pueden habitar de día: desde una teja, a las contraventanas, detrás de una canalera o en los agujeros de un ladrillo. ¿Y qué hacer si se cuela uno dentro de casa? Cuando esto ocurre, lo mejor es apagar las luces y dejar la ventana abierta para que salga.

En Catalunya existen 29 especies de este mamífero volador, que se ha convertido en un remedio eficaz para el control de algunas plagas

Sobre estos animales hay falsos mitos como que son ciegos, que chupan la sangre o se agarran al pelo